sábado, 5 de diciembre de 2009

Mi Fijación por los vampiros Crece

Desde que era pequeña me han fascinado las historias de vampiros.



La primera película que vi sobre estos seres de la noche fue “Fright Night: Noche de Miedo” de Tony Scott y el primer libro que leí se titula: “El pequeño Vampiro” escrito por la autora alemana “Angela Sommer – Bodenburg”. Quizás no sean las mejores historias sobre vampiros que se hayan escrito, pero fueron las primeras historias vampiricas que se cruzaron en mi camino.

Desde entonces, el mito sobre los también conocidos como “No Muertos” ha evolucionado a imagen y semejanza de aquellos autores, directores y guionistas que necesitaban darle un “toque personal y único a sus historias”. Un claro ejemplo es la archiconocida saga “Crepúsculo”. En esta historia de amor a lo “Romeo y Julieta” estos seres de la oscuridad pueden ir al instituto, son vegetarianos, protegen a los humanos, no le salen colmillos, conducen deportivos y no les afecta las estacas ni los ajos. Una vez hecha esta descripción no me extraña nada que su protagonista, Bella Swan, se emocionara tanto al descubrir la verdadera identidad de su novio vampiro: Edward Cullen. Tal y como Stephenie Meyer nos presenta a los vampiros de hoy en día: cualquiera desearía ser uno de ellos.


Cuando leí “Crepúsculo”, me llamó la atención la insistencia de Bella en querer convertirse en vampira. Cada vez que ella le suplicaba a Edward que le convirtiera, recordaba las novelas de Darren Shan “Cirque du Freak”: cuando Steve le pedía a Mr. Crepsley que le convirtiera en un vampiro. Mr Crepsley, con el afán de no ceder a la petición del muchacho, le dio a éste una serie de razones por las cuáles no merecía la pena ser un uno de ellos. Las palabras de Mr.Crepsley han permanecido en clavadas en mi memoria desde entonces. Sin embargo, no dejo de pensar: si realmente existieran los vampiros y tuvieras la oportunidad de vivir para siempre … ¿Vivirías? Sí, sé que la parte de tener que beber sangre humana o alimentarte de sangre animal en caso de que seas “vegetariano” sea algo desagradable. No obstante, los vampiros son seres solitarios y vagan por el mundo sin que nadie sepa de su existencia. Procuran mantener a salvo su identidad (salvo excepciones) y no tienen que darle cuenta a nadie de lo que hacen o dejan de hacer. Al vivir eternamente, tienen todo el tiempo del mundo para adquirir conocimientos de todo tipo. Se adaptan perfectamente a los tiempos modernos y viven mejor que los propios humanos. Sí, ser vampiro puede parecer aburrido a ojos del señor Crepsley. En cambio, puede ser una opción interesante para aquellas personas que anhelan una vida solitaria, bohemia y de continuo aprendizaje.


A propósito, ya que dedico esta actualización a los seres de la oscuridad, no voy a perder la ocasión de recomendaros una serie inglesa de la CBBC: “Young Drácula: el jovencito drácula”. La serie está dirigida principalmente al público infantil y juvenil, pero merece la pena su visionado. "Young Drácula cuenta la historia del Conde Drácula quien, junto a sus dos hijos adolescentes: Ingrid y Vlad, se muda a un castillo situado en una tranquila comunidad residencial londinensa. El Conde Drácula, desea fervientemente el momento en que su hijo, Vlad, cumpla los 16 años de edad: puesto que será entonces cuando su joven heredero se transforme en un auténtico vampiro. En cambio, Vlad, no está nada conforme con su destino. Vlad sólo piensa en ir al colegio, practicar deporte y salir con sus amigos. Además, desea que la guerra entre vampiros y cazadores de vampiros llegue a su fin: algo que enfurece encarecidamente al Conde Drácula"


La serie cuenta sólo con dos temporadas y, en mi humilde opinión, tiene un final bastante desacertado. Aún así, la recomiendo por diversos motivos: la historia engancha; los personajes están fantásticamente caracterizados e interpretados por todos sus protagonistas y el Conde Drácula es todo un crack. Recomendable sobre todo si disfrutasteis con películas como la “Familia Adams” o “La Familia Monster”.